Los Fabulosos
Cadillacs se presentaron el pasado 1 de agosto en el teatro
Monumental frente a 6000 personas.
La noche del viernes 1 de agosto
media hora antes del inicio del show el Monumental estaba
colmado de gente, mientras afuera más de un centenar de
personas se quedaba con sus tickets en la mano o sea
exigiendo una explicación.
Artículo publicado
Por el diario La Tercera el 8 de Agosto de 1997 |
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Carnaval
toda la vida |
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La última
experiencia de los Cadillacs no era de las mejores. En Reñaca ,
del verano del 96, fueron despedidos por una lluvia de piedras y
botellas de pisco que el público les envió, víctima de un
exceso de copas.
La noche del viernes sucedió todo lo contrario. Media hora antes del inicio del show, el Monumental estaba colmado de gente, mientras que afuera más de un centenar de personas se quedaba con sus tickets en la mano como Condorito, o sea, exigiendo una explicación.
Con los acordes del Muerto, el single que se está promocionando en las radios, los Cadillacs hicieron que la fiesta se expandiera por todos los rincones del recinto. Cuatro fueron las canciones del nuevo álbum, Fabulosos Calavera, que mostraron los argentinos. Lo más destacado son los continuos cambios de ritmo que experimentan. Ahora se incorpora mucho más rock que el ska, aunque los temas recurrentes siguen siendo cantarle a la joda y a los amores imposibles, así como el tango bonaerense en el tema En Busca Eterna, confirma que la banda, si bien quiere exportar su sonido a otros países, no abandona sus raíces látinas.
Durante una escuálida hora la banda trasandina, asse paseó por sus diez años de música, con un sonido impecable, un lider carismático como Vicentico y una entrega total del público que tarareó de memoria todas susu camciones. Los momentos culmines fueron dos: la aparición de una mujer que cantaba con un niño en brazos el tema Saco Azul y lo más aplaudido de la noche , Andres Calamaro , que subió a tocar en la guitarra el romántico tema Estrella de Mar, dando paso a la primera salida del grupo del escenario.
Luego de unos minutos, los músicos volvieron para interpretar el evocativo Basta de Llamarme así, con el cual se retiraron diciendo: esto es lo último. Pero el público exigió más, y los Cadillacs intentaron el fin con dos covers: Monkey man, de los ingleses The Specials, y el punke Let´s lynch the Landlord, de Dead Kennedys.
Tras diez minutos de gritos, los argentinos entendieron que no podían irse aún y accedieron a un tercer bis con el clásico himno futbolero "Yo no me sentaría en tu Mesa", que cerró una jornada que dejó a la concurrencia más que feliz.
Felipe Rodriguez
Periodista diario La Tercera